En algunas ocasiones se recomienda generar el conflicto para lograr liberarse de una situación de sometimiento, por poner un ejemplo. En este caso el conflicto es liberador y por tanto no es negativo.
Joaquín Samayoa y José Luís Guzmán citan al menos 6 funciones positivas del conflicto:
1. Promueve o refuerza la identidad.
2. Refuerza la cohesión interna de los grupos.
3. Fomenta la consciencia de las cosas en común y acerca de los beligerantes.
4. Establece o mantiene un equilibrio del poder.
5. Promueve el desarrollo de interacciones útiles con otros.
6. Estimula el desarrollo de sistemas equitativos de prevención, manejo y solución de conflictos.
Por su parte, Erick Erickson (15 de junio 1902- 12 mayo 1994) se enfoca más en la forma en que se resuelve el conflicto intrapersonal como elemento que permite el crecimiento y la madurez de cada individuo.
Según este autor el ser humano desde la niñez hasta la vejez, enfrenta un total de 8 etapas y en cada una de ellas se va enfrentar con un conflicto que de ser resuelto de manera apropiada será capaz de pasar a la siguiente etapa con la madurez necesaria para enfrentarla adecuadamente, en caso contrario, si el conflicto propio de esa etapa se resuelve mal, entonces el individuo enfrentará la siguiente etapa cargado de trastornos de diversa índole.
Las ocho etapas de Erickson son las siguientes:
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